Presentación
Hace 17 años
Los paleontólogos o científicos que estudian la vida prehistórica antigua, agrupan a los dinosaurios y todos los otros animales acorde con un esquema bastado en sus relaciones. Tradicionalmente los dinosaurios formaban dos órdenes, subdivididos en sucesivas agrupaciones menores: subórdenes, infraórdenes, familias, géneros y especies. Cada grupo lleva un nombre científico al menos formados en parte de palabras griegas o latinas. Los científicos de todo el mundo usan los mismos nombres científicos para prevenir confusiones en reuniones y tratados científicos.
Las diferencias entre sauristiquios y ornistiquios indicaron a los científicos que cada grupo surgió de diferentes antecesores arcosaurios. Esto podría significar que no había un grupo de animales llamados dinosaurios. Pero los paleontólogos han encontrado similitudes en puntos claves de ambos grupos y muchos expertos ahora piensan que tanto los ornistiquios como los sauristiquios evolucionaron de los dinosaurios más primitivos: los herrerasaurios. En 1974 Robert Bakker y Peter Galton sostuvieron que los ornistiquios, sauristiquios y las aves formaban subclases de los dinosaurios, una clase igual pero sin parecerse a los ordinarios reptiles de la clase reptiles. Bakker reivindicó más tarde que los dinosaurios incluían a los pterosaurios y lagosúquidos, y que los ornistiquios y sauropodomorfos, ambos con doble esternón, formaban un único grupo principal llamados los fitodinosaurios o dinosaurios planta. Los debates están abiertos y seguirán.
Los animales prehistóricos tenían una extensa gama de especies que llenaban todos los mares, todas las tierras y surcaban todos los cielos; algunas de ellas eran verdaderos prodigios de adaptación al medio; otras, por el contrario, visiblemente inadaptadas y condenadas a la rápida extinción. Nuestro planeta estaba colmado por las especies más inconcebibles tanto de animales como de plantas.
La vida prehistórica en las especies extintas estaba constituida por diferentes organismos que han habitado la Tierra desde el origen de la vida hace aproximadamente 3,8 miles de millones de años (a.C.) hasta el período histórico (hacia 3500 a. C.) cuando el ser humano comenzó ha conservar documentos escritos.